Hemos llegado a una situación límite en la cual la toma de determinaciones y actuaciones concretas se considera imprescindible. Las autoridades deben tomar iniciativas sin complejos pensando únicamente en salvar el barco y no en intereses puramente electorales o ideológicos.
Es la hora de que los Técnicos del Ministerio de Economía actúen y los políticos pasen a un segundo plano; de lo contrario la confianza hacia nuestra economía por parte de los mercados internacionales se irán resintiendo y la recuperación se demorará más de lo deseado.
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